Rosalío Hernández Beltrán ha comenzado la ardua tarea de recuperar la voz de los obreros y las organizaciones sindicales defensoras de los derechos laborales mexicanos, acalladas por los oligarcas dueños del Estado mexicano. Las grandes luchas y esfuerzos de organización del movimiento obrero están por exhumarse para la memoria de México. Sin embargo, el autor de esta biografía novelada ha comenzado por escribir, en una trilogía, las vidas de tres dirigentes sindicalistas que marcaron la política en el siglo pasado: Vicente Lombardo Toledano, Fidel Velázquez y Valentín Campo. Valentín Campa Salazar fue un ferrocarrilero encarcelado por no subordinarse a los presidentes represores Miguel Alemán y Adolfo López Mateos, y fue procesado por el delito de disolución social por varios años sin que se le otorgara el derecho a la libertad provisional, porque no quiso cambiar su manera de pensar. Valentín Campa salió de la cárcel al ser derogado ese oprobioso artículo 145-bis del Código Penal, para ser candidato a la presidencia de México, apoyado por todas las corrientes de izquierda unidas. No ganó nada para sí mismo, pero nos legó su ejemplo de valentía y honestidad, aunque hoy quieran fingir que son cualidades inútiles en la oleada conservadora del neocolonialismo posmoderno que sufren los pueblos de este nuestro planeta Tierra. María Fernanda Campa Uranga Ingeniera geóloga.