En Bécquer, la palabra y la imaginación se convierten en un territorio de comunicación y, a la vez, de libertad. Una herramienta que permite construir mundos mágicos, como los que pueblan las Leyendas, o indagar en el amor y en sus efectos, como sucede en las Rimas. Todo se mira y se expresa desde la subjetividad del yo, que nos hace dudar sobre la realidad de cuanto se nos cuenta. ¿Verdad o fantasía?¿Y si lo fantástico fuera lo real o viceversa? |