La evidencia más sorprendente al terminar de leer este libro es la del amor de Alberto Askenazi por la música. Cada una de las más de quinientas páginas revela un ojo y un ánimo emocionados por el dato o la anécdota hallados en la historia o en la leyenda. Alberto ha sido gambusino de las pepitas de oro sembradas por la música y los músicos, no sólo para su deleite y su riqueza personales, sino, generosamente, con el propósito de compartirlas con nosotros, sus lectores. Acerca de este libro no puede emplearse la frase: ni son todos los que están, ni están todos los que son. Al ir escribiendo voy dándome cuenta de que mi magra erudición está más cerca del mero oficio que de la academia; no obstante, estoy convencido de que en este volumen están todos los que deben de estar. No sólo eso; los nombres aquí incluidos de un par de personajes no músicos, no disturban la unidad del texto, más bien señalan la amplitud y largueza de los intereses y la cultura del autor. Respetado lector, este empeñoso libro va mucho más allá de ser un útil y copioso anecdotario de los hechos y los dichos de los más famosos músicos de la historia; también hay aquí sabiduría, humor, crítica y la inefable ironía... el santo remedio contra la pomposidad. Si la lógica y la verdad funcionaran como debieran, auguraría muchas ediciones de Los compositores. Anécdotas y algunos datos curiosos.